11 mar 2025

¿Qué pasó con Bigotes Contreras?

marzo 11, 2025 Posted by M. A. Morán , , No comments
Por Morita Tuxedo.

Un desafortunado evento llevó a los vecinos al escenario donde ocurrieron los hechos. Bigotes Contreras, el mejor amigo de la mujer que atiende la florería Ghana, fue encontrado sin vida la noche del pasado martes 30 de febrero del año 2005. Los gatitos vecinos que lo encontraron a orillas del parque, dijeron que Bigotes estaba envuelto en una toalla, y desde la cabeza se veían pequeñas marcas que indicaban signos de mordidas y estrangulamiento. Claramente asustados al ver a un conocido en ese estado, llamaron a sus madres, y estas llamaron a sus amigos humanos para tomar las medidas necesarias y evitar que más personas y gatos se arremolinaran alrededor.

A los pocos minutos de haber llegado los peritos judiciales, se había comenzado a respirar un aura llena de pesadumbre y consternación, ya que no era la primera vez que un gato negro de la colonia sufría un destino desafortunado, pero según comentarios anónimos de los vecinos, este caso se sentía distinto. Algo más oscuro. Y es que hace solo cuatro meses, Sr. Ébanos, otro gato negro de la calle aledaña, había desaparecido sin dejar rastro.

Los amigos de Bigotes habían alertado a Ashanti, la dueña de la florería, para darle la noticia y así pudiera reconocer el cuerpo de su amigo, que una semana antes había sido reportado como desaparecido. Sin saber más allá de lo que veían sus ojos, Ashanti invitó cordialmente a sus vecinos para velarlo en su casa el miércoles a partir de las seis de la tarde, donde más de veinte gatos y sus respectivos amigos humanos, llegaron para acompañar a la mujer.

Mi trabajo como periodista está lleno de matices, y estos matices a veces me obligan a hacer preguntas que no son adecuadas en el momento. Para tener más información del fallecido, tuve que acercarme a Ashanti, que se encontraba llorando en una esquina, junto con su pareja.

"Él era un buen amigo, nunca tuve ninguna queja. Se la pasaba dormido en la ventana de arriba, recibiendo el sol matutino hasta que se cansaba y bajaba para desayunar conmigo" dijo Ashanti entre lágrimas. Por una parte, destrozada por la perdida de un ser amado y, por la otra, tratando de ser fuerte recordando con amor y respeto a Bigotes.

Los gatos vecinos que lo acompañaron llevaron pequeños obsequios. Cosas que hacían que Ashanti se sintiera mejor al ser esto algo significativo para el gato. Cosas como hojas de arce, pequeños juguetes que habían sido en algún momento de él y que él mismo había heredado a los gatitos vecinos, pedazos del nopal en donde solía acostarse por las tardes, entre otras cosas. Su mejor amigo y casi hermano, Mr. Popo, se encontró con Ashanti para darle la mantilla que Bigotes le había dado en secreto para su próximo cumpleaños. Tristemente, no había podido dársela él mismo, pero esperaba que le sirviera para sus noches cuando se quedaba hasta tarde haciendo arreglos florales.

La situación fue tan fuerte para los vecinos, que para las ocho de la noche, toda la vecindad estaba en la casa de la mujer compartiendo momentos donde Bigotes era el protagonista y manteniendo una cálida sensación familiar. En mis conversaciones con los asistentes, hubo varias vecinas que concordaron que Bigotes no tenía enemigo alguno y que la única vez que lo habían visto enojado, fue por haber defendido a sus hermanas de las gatas hijas de Doña María. La única familia que no había asistido al funeral.

Sabiendo esto, me acerqué a Alelí Contreras de tres años, hermana de Bigotes. Teniendo en cuenta que la situación era bastante delicada, tuve que ir despacio y al tiempo de la gata, que se expresaba amorosamente de su hermano. "Nunca le hizo nada a nadie. Era muy tranquilo y protector con nosotras y aunque no lo necesitáramos realmente, nos defendía de las gatas de la otra calle".

"Él me acompañaba a la tienda de Don Nosferatu y a veces me compraba un sobre de pescado para mí" comentó Camila, la hermana de cuatro meses de Alelí y Bigotes, que entre sollozos se mantenía muy cerca de Ashanti. Esto me hizo concordar que, realmente, todos los asistentes mantenían una relación muy cercana con la familia Contreras y la forma en la que veían a Bigotes era la de un gato ejemplar. Sin embargo, el comentario de las vecinas acerca de las gatas de Doña María, me había intrigado y me había hecho preguntarle a El Ministro, el gato que trabajaba en la administración de la Sociedad de Gatos Vecinos, acerca de estas gatas que se habían mostrado lejanas a la situación.

"Siempre han sido bastante aprensivas y distantes." Mientras nos acercábamos a la puerta mostraba una mirada triste, digna de los casi doce años de estar en administración y ver nacer a la mayoría de los gatitos presentes. "Casi nunca participan en dinámicas o en los eventos de la colonia. En todo caso, Clara, Sol y Aurora son tres gatas blancas de una misma camada que han estado presentes desde que se mudaron hace ocho años. Su madre es Doña María y es una mujer bastante anciana. Como es una mujer sola, la administración le lleva comida para la semana, y ocasionalmente mi compañero humano Isaías se ofrece en limpiar su casa".

Aquellas palabras, más que responder mis preguntas, hicieron que mi curiosidad creciera por ellas. No solo tenía en mente que la situación había sido bastante desafortunada, sino que las gatas de Doña María no habían siquiera enviado condolencias con algún vecino que se dirigiera hacia acá. A pesar de mis sospechas y las palabras que los presentes me permitieron escribir en mis anotaciones, cuando fui a la casa de Doña María, la oscuridad y el silencio reinaban en la vivienda. Ni siquiera el gato vecino más cercano a ellas supo decirme en que momento podría encontrarlas, pero su mirada, esquiva, parecía decir lo contrario.

Varios días después del funeral, me encontré en la casa de Doña María, pero Sincopeso, el gato que antes había negado saber de ellas, me comentó que la familia se había mudado hace dos días. Situación que no hizo más que dejarme con un amargo sabor de boca y una inquietud que hasta la fecha de publicada esta nota, no he podido sacarme de la cabeza. Solo me queda preguntarles por este medio, si es que lo llegan a leer: ¿cuál era el miedo?

0 comentarios:

Publicar un comentario